Son incontadas las veces que sonó mi celular a las 3, 4, 5 de la madrugada con algún mensaje tuyo.
Y me despertaba, obvio, nunca apago mi celular.
El problema no era despertarme; el problema era poder volver a dormirme.
Generalmente enviabas mensajes hirientes, dardos dispuestos a clavarse y arder.
Odiaba cuando no tenía crédito y no podía contestar. Entonces aprendía a convivir con eso llamado "Culpa" por no poder responder y tratar de hacerte comprender que lo que decías no era real. Y me daba miedo que por no contestarte justamente, te enojes mas y termines haciendo mas cagadas...
Nunca vas a saber lo que Duele haber estado de este lado...
Y hoy en día, yo que soy medio noctambula, son incontadas las veces que voy al baño con el celular en la mano, por las dudas que llames...
A veces me siento tan idiota... Nunca suele sonar...
Y me quedo esperando... una vez mas... con el maldito aparato en la mano esperando que se digne a sonar...
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